viernes, 8 de enero de 2016

El peronismo será populista o no será nada.


El peronismo será populista o no será nada.


El peronismo como movimiento se constituye por diversos grupos, por diversas expresiones de lo mismo y por otras fracciones ideológicas que ven en la identidad peronista, la forma de ser representativas en términos populares. En un escenario post-electoral donde el peronismo no ha sido el principal triunfador, no es de extrañar que la disputa por el peronismo aflore como roca en las sierras. Liberales, conservadores, socialdemócratas, comunistas, socialistas y hasta algunas expresiones del trotskismo argentino, ven en la representatividad del peronismo, una mina de oro de donde pueden extraer el capital político que precisan para ser competitivos electoralmente.
Como sucede con los socialismos europeos devenidos en partidos del ajuste, agiornados a un modelo neoliberal hegemónico.  En la argentina el poder concentrado va a hacer todo lo posible por tener un peronismo (no-peronista) domesticado a una socialdemocracia que no discuta la distribución de la renta. Los poderes facticos en la Argentina tienen claro que si el peronismo pierde su componente latinoamericano de un liderazgo fuerte que permite sintetizar un campo popular en antagonismo a un campo anti-popular aliado del capital financiero internacional, está haciendo perder al movimiento su capacidad de hacer política, entendiendo a esta como el conflicto generado entre sectores por la dirección política y económica de un país. Sin un liderazgo popular que tenga la capacidad de generar un “nosotros” frente a un “ellos”, el peronismo es un partido más, que  conducido por cualquier fracción ideológica, pierde capacidad de plantarse y de generar políticas progresivas y de carácter distributivo.
El componente latinoamericano y populista en clave Lacloneana del peronismo radica en la figura política del líder popular. En el enfoque discursivo del populismo elaborado por Laclau, el líder tiene la facultad de construir un “nosotros”,  que es el “pueblo”, que son los trabajadores, los más humildes, los desposeídos, los comerciantes, los pequeños industriales, “la patria”, frente al antagonismo de un “ellos” que son los explotadores, la oligarquía, los cipayos, la antipatria.  Esta facultad del líder popular no viene dada, sino  que más bien es un fenómeno político que se da y que constituye en un momento rupturista a una figura carismática en un líder popular, pues no es el líder quien cautiva a las masas populares sino que es el pueblo quien elige a ese líder.
En momentos de crisis social y fundamentalmente de crisis de representatividad política, la sociedad desde diversos sectores  va problematizando diferentes demandas sueltas  que no tienen vinculación entre si, hasta que sucede ese momento rupturista de fin de etapa y de comienzo de nuevo ciclo. Es ahí donde  se constituye el “significante vacio” en la figura del líder popular, es decir, cada sector social llena de contenido a ese líder y lo ve como solución de sus demandas, en esa figura las diversas demandas  encuentran una cadena equivalencial que las vincula entre si, que las articula en un nosotros colectivo, en las del pueblo.
El fenómeno logra entonces, vincular demandas diferentes y de distintos sectores sociales, logra que cada  sector de la sociedad llene de contenido al líder popular como ocurrió con la figura de Perón en el exilio. Los sectores juveniles identificaban a la figura de Perón como la del líder que se iba a poner  al hombro la construcción de  una patria socialista, mientras que otros  sostenían que con la vuelta de Perón había pacto social, entre otras variantes. Cada fracción se había construido un Perón distinto, pero a la vez, ese  Perón era uno, era el de todos nosotros, era la patria frente a la oligarquía explotadora, era la patria frente  a los cipayos y a los yanquis.  Lo que importa no es la diferencia entre "nosotros", lo que importa es que los "otros" no se impongan, que ese peligro no vuelva a instaurar su orden antinacional.  El líder popular es la síntesis elegida  por el pueblo para que delimite un nosotros frente a un ellos, esa responsabilidad no se delega, no la puede transferir, es el sello indiscutido de una etapa, de un ciclo.  Es uno, es vitalicio y cuando no esta, el mito crece. El fenómeno del populismo hace que el peronismo no sea un partido más.  El fenómeno populista en un partido policlasista como el peronismo, entre otras cosas, hizo de este, el movimiento más grande de occidente. Las contradicciones no se extinguen, sigue existiendo pero se subordinan en función de una contradicción principal que nos da identidad como grupo y que se encuentra sintetizada en el líder político como BRADEN O PERÓN, CRISTINA O FONDOS BUITRES, PATRIA O COLONIA. 
En otras palabras, el peronismo hoy se abroquela  a la figura de Cristina, quien es objetivamente el liderazgo popular más importante del peronismo y el país (sino pensemos que figura política nacional o internacional puede generar una movilización de despedida como la del 9 de diciembre pasado), mantiene la unidad  del movimiento y se prepara para marcar agenda como oposición monopolizando el liderazgo en ese rol. O les abre la puerta a dirigentes que expresan un peronismo lavado, light que proponen  un colaboracionismo con el gobierno de turno que tiene un perfil marcadamente antiperonista, y a quienes les sirve mucho que el peronismo aparente fragmentado. Ninguno de  los dirigentes del peronismo “civilizado”  garantiza ganar en el 2017 o en el 2019, más bien parecen una operación política de sectores aliados al macrismo. Un PJ asambleario es utópico y perdería la principal característica que lo define, un PJ anárquico es lo que necesita el neoliberalismo para seguir profundizando un modelo de exclusión. En síntesis, si el peronismo comete el error de no fortalecerse desde su figura principal que goza de síntesis popular,  no garantizará el triunfo y perderá capacidad política. Cualquier partido por poderoso que sea, si disputa en las lógicas marketineras del mercado político de figuras, es uno más, por historia que tenga. En los próximos meses y años surgirán demandas, mas allá de la protección mediática de la que goza el macrismo, el pueblo sentirá una vez más los costos del neoliberalismo en la argentina. Buena parte del futuro político argentino está en quien es la figura política y el espacio que puede sintetizar de mejor manera la solución a esas demandas populares, quien es el/la dirigente en quien más confíe la sociedad para retornar algunos a un bienestar pasado, para un futuro mejor otros, por el empleo o por educación. En definitiva serán muchas demandas porque siempre existen, la clave está en quien sintetiza mejor y puede capitalizar electoralmente ello. Un punto muy importante que no puede dejar de soslayarse  es que la vara que dejaron 12 años de kirchnerismo en la sociedad es muy alta, Cristina goza de la confianza de la parte más organizada del electorado, tiene capacidad de conducción probada en 8 años ininterrumpida de gobierno, aun en etapas muy complejas para la democracia argentina. Ella ha sabido marcar a raja tablas la agenda y el pulso de la política argentina durante sus dos mandatos. Su capacidad indiscutida de discurso y un uso extraordinario de los tiempos políticos,  ha podido bajar a tierra operaciones políticas muy complejas como la del caso Nisman que incluía actores nacionales e intereses geopolíticos que involucran los servicios de inteligencia y a parte de la dirigencia política de E.E.U.U. e Israel. Cuando parecía todo perdido, de las ruinas como el ave fénix, en varias oportunidades CFK salió airosa y renovada.  Cristina como la identifica el pueblo, supo sintetizar demandas y vincularlas entre sí, el pueblo la eligió a ella una vez y hoy es quien más chances tiene de convertirse nuevamente  en la líder popular que haga volver al peronismo a conducir el Estado, es la más fuerte adentro y es la única figura peronista que tiene legitimidad fuera del peronismo, dentro del campo Nacional y Popular. Porque  con el peronismo solo no alcanza y sin el peronismo tampoco, parece que hoy CFK, nuevamente en el centro de la escena, con aciertos y errores, es la opción para que el peronismo vuelva al poder, claro que antes se juegan dos modelos de PJ, uno chiquito colaboracionista e integracionista  en el marco del plan neoliberal u otro grande, poderoso que incorpore bajo un liderazgo claro y contundente, la mayor cantidad de espacios y voluntades en el marco de una oposición activa y una posibilidad de triunfo mucho menos arriesga que otras  opciones aventuradas y más cercanas a la lógica del partido gobernante.
El peronismo define en pocos meses si va a seguir siendo peronista o si su partido va a ser uno más. En la historia cercana del radicalismo tiene un espejo en que mirarse. Si el peronismo pierde su dote populista que lo caracteriza en el mundo político, perderá su capacidad cercana de triunfo electoral y ya no será nada.


jueves, 27 de mayo de 2010

Don Jauretche

Las disputas de la izquierda Argentina
son como los perros de los mataderos
se pelean por las achuras
mientras el abastecedor se lleva la vaca

miércoles, 26 de mayo de 2010

En el cumpleaños 200 de la patria

Es tan justa la Libertad
como lo es pensar y sentir
que quede gurdado en nuestros corazones
para siempre el sentimiento de Libertad
FELICES 200 AÑOS ARGENTINA

jueves, 22 de abril de 2010

FRAGMENTO DE "EL MANUAL DE LAS ZONCERAS DE A. JAURETCHE

"CIVILIZACIÓN Y BARBARIE, ESA ZONCERA MADRE QUE LAS PARIÓ A TODAS ;
TODO HECHO PROPIO POR SERLO, ERA BÁRBARO
Y TODO HECHO AJENO, IMPORTADO, POR SERLO ERA CIVILIZADO.
CIVILIZAR, PUES CONSISTIÓ EN DESNACIONALIZAR!!!"
ARTURO JAURETCHE